El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado un informe en el que describe la situación económica de Argelia y analiza las perspectivas y riesgos de futuro.
Según destaca este informe, la caída de los precios del petróleo ha expuesto las carencias del modelo de desarrollo argelino, economía altamente dependiente del sector de los hidrocarburos1 , obligando a las autoridades a adoptar medidas que aceleren la transformación del modelo productivo.
Ante esta coyuntura, Argelia ha experimentado una fuerte caída de los ingresos derivados del petróleo y del gas, lo que ha impulsado el deterioro reciente de su déficit fiscal y comercial. Sin embargo, las medidas de ajuste adoptadas por las autoridades en 2016, y entre las que se incluye la implementación de un ambicioso marco presupuestario de medio plazo (2017-2019), permitieron contener el gasto2. Además, se acometieron ciertas reformas estructurales que han mejorado la facilidad para hacer negocios.
El FMI identifica como principal evento de erosión de la estabilidad interna del país norafricano al malestar social derivado de las reformas. Entre los riesgos externos, destaca la persistencia de una tendencia bajista en los precios del petróleo.
En base a esta situación, una de las recomendaciones que plantea la expedición del FMI es una reducción más gradual del gasto público. Si el programa de reformas se acompaña una depreciación del tipo de cambio y del endeudamiento externo, el impacto de los ajustes sería inferior, rebajándose así la tensión social. El país debe continuar por la senda de reformas estructurales dirigidas a impulsar al sector privado como motor de crecimiento, además de medidas que fortalezcan el marco legal y la eliminación de las barreras a los flujos comerciales y de capitales.
En definitiva, mientras el precio del petróleo permanezca en los niveles de los últimos años, Argelia seguirá expuesta a los riesgos procedentes de las tensiones del déficit fiscal y comercial. No se prevé, por tanto, un cambio hacia políticas más favorables a la inversión y a la importación.
[1] Según destacan distintas investigaciones, la importancia del petróleo en la economía argelina es tal que suponen el 98% de las exportaciones totales del país, representan el 60% de los ingresos públicos y contabiliza el 30% del PIB.
[2] Entre estas medidas destaca la reducción del gasto corriente (incluyendo salarios) y de la inversión pública o el aumento de impuestos indirectos como el IVA o sobre los hidrocarburos.