Un término que ha venido para quedarse: CBAM (Carbon Border Adjustment Mechanism), las siglas inglesas para el mecanismo de ajuste del carbono en frontera.
Es más fácil decir lo que no es que lo que es. No es un impuesto. Tampoco un arancel aduanero, aunque algunos sectores y medios de comunicación así se refieran a este sistema. Se trata de un mecanismo novedoso, desarrollado por la Unión Europea y aprobado el pasado mes de agosto, que pretende equilibrar el coste climático de las empresas europeas en comparación con las empresas de países terceros. Sus objetivos, luchar contra la deslocalización de la industria europea y extender a países terceros la ambición climática de la Unión.
Este instrumento de gran complejidad comenzó a rodar, en periodo de prueba, el pasado 1 de octubre. Ante su dificultad, y atendiendo al compromiso que el sector tiene con la sociedad y las partes interesadas, UNESID organizó, el pasado 20 de noviembre, un webinar en el que participaron más de 90 personas que representan al sector siderúrgico, de la transformación y distribución de productos siderúrgicos; así como a los medios de comunicación interesados en este tema. En paralelo, la industria siderúrgica esperaba que la Administración española hubiera convocado a todas las partes interesadas para explicarles el mecanismo y resolver las dudas de los operadores pero, por ahora, el único acto del Gobierno ha sido abrir un buzón de correo electrónico.
Al estar en un periodo provisional, la propia Comisión Europea (CE), que todavía tiene que desarrollar una serie de actos delegados, está en un proceso de “aprendizaje sobre la marcha” y los importadores no tendrán que pagar durante este tiempo. La propia Comisión ha publicado, recientemente, un listado de preguntas y respuestas en inglés al que se puede acceder aquí.
Adicionalmente a los dos objetivos principales (evitar la deslocalización de la industria y expandir la ambición climática de la UE), la Unión ha puesto todo el empeño en atenerse a las reglas y normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), aunque algunos países, principalmente exportadores a la UE, manifiesten serias dudas sobre el mecanismo al que acusan de proteccionista.
Por tanto, su aplicación será gradual entre 2026 y 2034. Para evitar una doble protección a la industria europea se acompasará con una reducción de las asignaciones gratuitas a los sectores sometidos a este mecanismo.
Esta “obsesión” por la OMC ha causado algunas disfunciones relevantes a la industria europea, al desarmar las exportaciones europeas, que deberán asumir el coste climático europeo en su totalidad, lo que mermará seriamente la competitividad de la industria en los mercados mundiales.
Las responsabilidades financieras asociadas al CBAM recaen en los importadores europeos de los productos afectados que, a partir de 2026, deberán comprar certificados de carbono en función de las emisiones incorporadas a los productos importados. Los importadores podrán deducir el eventual pago que hayan realizado en el país de producción por las emisiones de carbono, siempre que la metodología sea equivalente al sistema europeo de comercio de emisiones.
Cuando entra la autoridad fiscal en un asunto, la sencillez desaparece, y el CBAM no es una excepción. Los importadores europeos van a estar sometidos a una burocracia muy importante porque, además de abonar los certificados de carbono, tendrán que recopilar una información muy detallada de las emisiones de sus proveedores, incluida la cadena de suministro de los mismos. Aunque la Comisión será flexible en los primeros meses de 2024, como el objetivo es recopilar información de calidad, los importadores van a tener que acometer importantes modificaciones en su sistema de aprovisionamiento para poder gestionarlo convenientemente.
UNESID es consciente de la maraña burocrática que puede llevar acarreado su cumplimiento. A medida que la CE publique los actos delegados que completen su gestión, se organizarán nuevos webinars para explicar a la cadena de valor de la siderurgia su correcta aplicación. Para participar en ellos pinche aquí indicando en el cuerpo del email su nombre, apellidos, empresa o institución.