Han tenido que pasar tres años para que la Organización Mundial del Comercio (OMC) declare ilegal el veto total de Indonesia a la exportación de mineral de níquel. Ahora, sólo resta que el país asiático asuma la decisión y cumpla con las normas OMC para que finalice así la distorsión que está provocando en la economía internacional.
Antecedentes
Puede que no se hable mucho de Indonesia, el país-archipiélago del sudeste asiático conocido por sus playas, volcanes y selvas, pero también es relevante la riqueza de sus recursos naturales, como el gas natural, el petróleo o el mineral de níquel. Indonesia es con creces el mayor productor de este mineral en el mundo: en 2020 procesó casi 800.000 toneladas, más de un tercio de la producción mundial (gráfico 1), lo que nos puede dar idea de su posición dominante en la economía internacional.
En enero de 2020, las autoridades de Yakarta prohibieron las exportaciones de mineral de níquel —materia prima fundamental en la fabricación de inoxidable o las baterías de litio— con el pretexto de impulsar la industria doméstica. Desde entonces la Unión Europea (UE) y el tigre asiático están inmersos en una disputa comercial en la OMC sobre el níquel.
La disputa comercial en la OMC
El proceso que dirime las disputas entre los 164 miembros de la OMC es algo complejo y tediosamente largo. En general, los países pueden resolver sus diferencias de forma bilateral (consultas) o desde la vía jurisdiccional, lo que involucra la participación del Órgano de Apelación y la creación de un grupo especial. Si hacemos balance de todo el procedimiento, lo normal es que tarden en resolverse de cinco a diez años (la disputa Airbus-Boeing tardó casi veinte, la más larga de la historia de la organización).
La UE llamó a consultas a Indonesia en noviembre de 2019. Aunque el bloque comunitario pudo solicitar la creación del panel especial a los 60 días, prefirió agotar la vía diplomática y esperó al 14 de enero de 2021, un año después. El panel se constituyó en abril de 2021 y a finales de noviembre de 2022 se publicaron sus conclusiones. En el informe, el panel de expertos ha dado la razón a Bruselas en todas sus alegaciones, declarando las políticas de Indonesia incompatibles con el reglamento del GATT de 1994.
El largo camino hacia el fin de las restricciones
A pesar del fallo, seguimos teniendo un problema con Indonesia en la economía internacional. Aunque el país ha reconocido indirectamente la derrota, parece ser que las autoridades tratarán de prolongar la batalla legal en la OMC lo máximo posible mientras siguen desarrollando la industria local. No parece que la prohibición vaya a desparecer, teniendo en cuenta que pretenden ampliarlo a otras materias primas (¿el cobre en 2023?) y aspiran a crear una organización al estilo del cartel OPEP, pero para el níquel, cobalto y otros recursos estratégicos en aras a alcanzar la transición ecológica.
Tampoco podemos contar con el Órgano de Apelación de la OMC, el juez de la institución multilateral que vela por las normas, que está desactivado desde diciembre de 2019 por el bloqueo sistemático de Estados Unidos. Por estos motivos, las autoridades comunitarias deben mantener la vigilancia, evitar que la disputa se diluya, garantizar que Indonesia cumple con sus compromisos internacionales y que desmantela las restricciones a las exportaciones de mineral de níquel lo antes posible.
Foto de portada: Denis Balibouse/REUTERS