Tiritas para frenar una hemorragia: Comentario apresurado sobre el borrador de Decreto del estatuto del consumidor electrointensivo
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo acaba de publicar el borrador de Decreto del estatuto del consumidor electrointensivo, que deja un primer sentimiento de intento bienintencionado, pero claramente insuficiente respecto de los objetivos y expectativas sobre el tema.
Vaya por delante mi reconocimiento al Ministerio de Industria y, muy en particular, al Secretario General de Industria, D. Raül Blanco, y a todo su equipo, por el compromiso, el trabajo y el esfuerzo derrochado en el intento, aunque el resultado sea tan magro y, si me apuran, decepcionante.
Las 17 páginas del borrador de decreto se pueden resumir, además de las buenas intenciones, en tan solo dos medidas realmente nuevas para reducir la factura eléctrica de la industria española: la exención del pago por capacidad y la exención a los consumidores electrointensivos del pago por el servicio de interrumpibilidad. En el mejor de los supuestos, estas medidas supondrán 2 €/MWh de alivio para la industria.
Lamentablemente el Gobierno ha decidido que la mejor solución era la de café para todos: la instalación más pequeña de las elegibles (y el límite de 40 GWh/año no es desde luego muy elevado) recibirá exactamente la misma ayuda nueva que la instalación más grande de nuestro país. Una simple tirita, con la mejor intención, eso sí, para afrontar un reto tan importante para la industria española que está sometida a la competencia internacional, como el desafío de la transición energética. Hay que recordar que no hay “comida gratis” en economía y que esta transición tiene un coste elevado; no es cierto el mensaje político de que solo va a traer beneficios.
Dejo para un segundo comentario mis impresiones sobre la memoria de análisis del impacto normativo del decreto que completa el expediente.