Mujeres de Acero: Si quieres, ¡puedes!
Mujeres de acero
Un año más las Mujeres de Acero, #MujeresDeAcero, de @Unesid estamos conmemorando el Día de la Mujer, y lo hacemos con el orgullo de pertenecer al sector siderúrgico y de primera transformación, una industria histórica y tradicionalmente masculina, pero que hoy integra cada vez a más mujeres, talento femenino que viene a sumar diversidad al sector y a otorgar, poco a poco, más importancia al trabajo de las mujeres.
Si quieres, puedes.
Hace algo más de un mes tuve el placer de conocer a la única mujer al frente de una planta siderúrgica en España. Después de un viaje bastante convulso, en que el avión no pudo aterrizar en Bilbao por el fuerte viento y me devolvieron a la posición de salida, teniendo que volver en autobús, pude reunirme con María Jesús.
Durante la visita a la planta y mientras ella iba explicándome todo el proceso industrial, sentía una mezcla de sorpresa y de orgullo a la vez, una sensación muy positiva al pensar que, por fin, las mujeres de acero iban rompiendo el techo de cristal. Ella, ¡una mujer al frente de una planta siderúrgica!
Hablamos de su trayectoria profesional y de cómo había llegado hasta aquí, de lo que puede motivar su caso como ejemplo para el resto. Y ella, con la humildad que suele acompañar a los grandes profesionales, me dijo que no entendía por qué me sorprendía, era muy sencillo: “si quieres, puedes”. Ese fue su único consejo para todas las mujeres: “Tienen que querer, da igual que seas hombre o mujer, sólo tienes que querer y trabajar lo necesario para conseguirlo”.
Sus palabras me han hecho reflexionar sobre este razonamiento tan sencillo que acaba con ciertos argumentos que actualmente manejamos y reivindicamos en cuanto a más mujeres en puestos de dirección y toma de decisiones de las empresas. No nos engañemos, la industria siderúrgica, de la que tanto presumo, refleja esta carencia de mujeres. Pero la realidad es tozuda a pesar de que María Jesús tiene su parte de razón. Si analizamos las estadísticas del Ministerio de Igualdad, en 2017 el 92,3% de las excedencias por cuidados de hijos fueron de las madres y en 2018, el 95% de las mujeres con reducción de jornada la pidieron para el cuidado de hijos o familiares frente a un porcentaje insignificante de los hombres. Las cargas familiares continúan recayendo en las mujeres.
Estoy segura de que habrá mucha gente que piense que la causa de este dato radica en el factor económico: ellas piden la reducción porque su sueldo es de menor cuantía, como ganan menos son ellas las que reducen las jornadas. No siempre es así, y desde luego no lo es en absoluto en nuestra industria. En la siderurgia los salarios son relativamente mejores que en otros sectores de actividad y las posibilidades de promoción son muy buenas. Por tanto, tenemos que ser capaces y “querer y creérnoslo” para progresar en la empresa. Y, por supuesto, para poder crecer profesionalmente, las empresas deben apoyarnos, claro que sí. Pero, además, nosotras debemos entrenar nuestra capacidad de apostar por nosotras mismas y por nuestra carrera profesional, creernos que nuestra carrera puede desarrollarse igual que la de ellos. Y de paso, fomentemos “la corresponsabilidad”, que no es sencillo, dada nuestra tradicional manera de ser con esa capacidad para organizar lo que nos rodea y estar en todo. Trabajemos “la corresponsabilidad”, sé que nos cuesta delegar en los asuntos domésticos y de familia —a mí, la primera— pero ni podemos, ni debemos estar en todo, ni exigir a los demás lo que nosotros no hacemos.
Un ejemplo reciente
Queridas #MujeresDeAcero, nos sigue quedando mucho por hacer, pero sabemos que queremos y que podemos.
Este año quiero acabar mi entrada de blog poniendo como ejemplo de este “si quieres, puedes” a mi queridísima compañera Carola, a la que echo de menos cada día y de la que estoy muy orgullosa. Ella “ha querido” y, por lo tanto, “ha podido”: desde hace tres meses es la flamante nueva directora general de la Asociación Española de Galvanizadores ATEC @galvanizando, a los que doy la enhorabuena por tener a una grandísima “Mujer de Acero” al frente.
Al resto, ya sabéis: ¡Querámoslo!
Un comentario
Un placer leer este artículo y alegría de verte después de tantos años que hemos mantenido una relación laboral al trabajar también una empresa del acero en Galicia