En los últimos años, el sector siderúrgico ha experimentado un notable crecimiento en la integración del talento femenino, al incrementar en un 30% la presencia de mujeres. A pesar de estos avances, todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos establecidos por un sector que valora la diversidad, la inclusión y la igualdad de oportunidades como principios fundamentales. En el Día Internacional de la Mujer (#8M), como cada año, UNESID, a través de su iniciativa #MujeresDeAcero, reitera su compromiso con la promoción de la igualdad de género en el sector del acero, porque contar con equipos equilibrados, de hombres y mujeres, nos convierte en organizaciones más completas y más competitivas.
Las empresas siderúrgicas cuentan con profesionales excepcionales que son ejemplos claros de profesionalidad y competencia. Queremos que su visibilidad sirva para atraer como un imán más talento femenino y para informar a las generaciones más jóvenes sobre las amplias oportunidades que ofrece la industria siderúrgica. Una industria que no solo abarca carreras tecnológicas, sino también aquellas relacionadas con la digitalización, altamente demandadas en la actualidad.
Por ello, el pasado 21 de febrero, organizamos la segunda edición, en streaming, de la iniciativa #MujeresDeAcero, centrada en la promoción “visible” de las mujeres que ya trabajan en el sector, bajo el eslogan “El puente hacia la digitalización”. Durante esta jornada, profesionales de diversas empresas siderúrgicas se reunieron para discutir y analizar la transformación digital en la industria, explorando soluciones en áreas como ciberseguridad, automatización y simulación de procesos, así como el uso de inteligencia artificial, entre otros temas relevantes. A través de esta iniciativa, UNESID impulsa el talento femenino como un motor esencial para la creación de valor en las organizaciones.
Un país carece de futuro sin una industria sólida, y una industria sin la participación de las mujeres tampoco puede prosperar. Con el paso del tiempo, la industria ha mostrado su capacidad de adaptación, siendo capaz de evolucionar y renovarse para estar en sintonía con una sociedad en constante avance. En todo momento, ha proporcionado una estabilidad laboral que supera ampliamente la ofrecida por otros sectores económicos.
Esta evolución se refleja en el sector siderúrgico y su proceso inicial de transformación del acero, que ya no se limita a ser exclusivamente masculino, sino que brinda oportunidades atractivas para desarrollar diversas carreras profesionales a largo plazo, tanto a hombres como a mujeres. En la actualidad, los roles no están definidos por habilidades o competencias físicas, ya que la automatización y la tecnificación de los procesos han permitido que ambos géneros puedan desempeñarlos. Fabricar acero es ya un trabajo de mujeres.
Estamos viviendo en una época donde el género ya no es un factor determinante, porque lo importante es el talento y el mérito. Por ello, las #MujeresDeAcero, no deben imponerse barreras ni límites, y deben estar dispuestas a enfrentar nuevos desafíos con valentía. La industria siderúrgica ha alcanzado tal nivel de madurez que promueve el talento sin importar el género, y cada vez es más habitual ver a mujeres en roles de liderazgo y toma de decisiones.
En definitiva, es el momento de que las #MujeresDeAcero den un paso adelante con valentía, determinación y entusiasmo, dispuestas a enfrentar los desafíos que aguardan en el futuro de la industria europea.