El nuevo paquete legislativo que regula los requisitos para la elaboración de informes de sostenibilidad, aprobado a principios de este año, ha cambiado sustancialmente la manera en que las empresas europeas comunican lo que hacen en esta materia. En concreto, la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD, por sus siglas inglés) y el paquete de normas que la desarrolla (ESRS, por sus siglas en inglés) van a repercutir directamente en las metodologías de trabajo.
CSRD: ¿qué es y qué va a suponer?
En enero de 2023, la Comisión Europea aprobó la CSRD, que actualiza los requisitos para la elaboración y publicación de informes o memorias de sostenibilidad. A partir de ahora, dejaremos de hablar de Estados de Información No Financiera (EINF) y empezaremos a integrar el “nuevo”, aunque sobradamente conocido, concepto de información sobre sostenibilidad.
Para las empresas españolas esta nueva directiva europea no va a suponer un cambio sustancial porque la antigua Directiva sobre información no financiera (NFRD, por sus siglas en inglés) por la que se regían los EINFs, y que fue traspuesta a nuestro ordenamiento jurídico por la Ley 11/2018, ya incluía muchos de los requerimientos que esta nueva CSRD recoge. En su momento, la Ley 11/2018 amplió el alcance de la Directiva NFRD, y las empresas españolas tuvieron que realizar un esfuerzo adicional, que no hicieron otras empresas europeas, en materia de información de sostenibilidad. Por tanto, las empresas de UNESID parten de una situación ventajosa.
La CSRD define conceptualmente los aspectos que debe cumplir la información a reportar por las empresas y las Normas Europeas de Informes de Sostenibilidad (ESRS, por sus siglas en inglés) establecen la información específica que debe incluirse.
ESRS: herramientas de despliegue
Las ESRS son 12 estándares que incorporan requerimientos de reporte, así como los indicadores que las empresas deberán recopilar y calcular para demostrar sus esfuerzos y desempeño en materia de sostenibilidad.
A finales del mes de julio, se aprobó el primer lote de estándares aplicables a todas las industrias. Próximamente, se prevé que se publiquen otros específicos para más de 40 sectores económicos. Es razonable pensar que los sectores industriales considerados como críticos, entre los que se encuentra el siderúrgico, serán los primeros en tenerlos.
¿Cómo va a afrontar el sector siderúrgico estos cambios?
En relación a la aplicación de este nuevo paquete legislativo europeo, el sector siderúrgico parte de una situación de ventaja, principalmente, por dos motivos: por estar ya sometido a la regulación en materia de reporte de información y, por estar afectado por la Ley 11/2018, la norma más estricta de la Unión Europea en materia de reporte de sostenibilidad.
Adicionalmente, y en aras de seguir continuando con el espíritu crítico y de mejora constante del sector, la industria siderúrgica española sigue evaluando cómo adecuar nuestros sistemas a los nuevos requerimientos europeos y a los que puedan surgir en el futuro.