La verdad es que nunca pensé que tuviera que escribir esto. Hoy es un día muy triste para @UNESID y para el conjunto de la industria siderurgia española y, para mí, porque “Juan siderúrgico” se ha ido al cielo. Juan, es el nombre del “prototipo de trabajador siderúrgico” creado por el “Gran” Olegario Fontecha, ex Director del Centro de Formación de La Toba de @ArcelorMittal_España en #Asturias que ha fallecido a la edad de 75 años.
Olegario, Ole como nos decía que le llamáramos, fue mi mentor y durante mis primeros años en UNESID me instruyó con paciencia y dedicación siendo una de las primeras personas que creyó en mis competencias y habilidades, animándome a crecer profesionalmente. Porque así era Olegario, vital y entusiasta, que decía lo que quería y al que todos respetaban por su personalidad carismática. Su aspecto físico, casi dos metros, representaba perfectamente el pedazo de ser humano que era. Nunca olvidaré sus consejos profesionales sobre la importancia de la empatía en las relaciones laborales, que “van más moscas a la miel, que a la hiel”, o aplicar la estrategia del “gana/gana”, porque sólo así ganamos todos…
Pero para el conjunto del sector fue un visionario e impulsó el desarrollo de proyectos formativos sectoriales a través de @UNESID, desarrollando el proyecto SIDEPROF, “La Nueva Profesionalidad en el Sector Siderúrgico”, entre 1997 y 2001, que, entre otras herramientas, formó a más de dos mil profesionales del sector, tanto trabajadores como mandos intermedios, en competencias técnicas relacionadas con la calidad, la seguridad y el medio ambiente. Estos proyectos, que desarrolló con gran brillantez, han permitido, por un lado, ser pioneros en la modernización de la formación y la mejora de competencias profesionales y, por otro, han contribuido a hacer un capital humano altamente cualificado, impulsando una industria avanzada y competitiva….
Me dejas sola, Ole, porque, aunque en los últimos años, la intensidad de la vida profesional y familiar ha hecho que no te dedicara el tiempo que merecías, sabía que, cuando quisiera, podía coger el teléfono y hablar con mi maestro. Espero que un hombre tan familiar como tú supiera entenderlo.
En nombre de toda la siderurgia española y de los profesionales de la Formación y #RRHH con los que has compartido tantas experiencias, quiero darte las gracias por integrar la humanidad en las relaciones laborales, la locura en las ideas y el esfuerzo y la ilusión en asumir nuevos retos.
Con el corazón roto, te digo hasta siempre, maestro y querido amigo Olegario.
Descanse en paz.
3 respuestas
Cuanto te voy a echar de menos!!! Yo solo te puedo dar las gracias por todo. Por involucrarme en el trabajo con la misma ilusión con la que tú lo hacías. Gracias por hacerme participe de tus mismos objetivos. Gracias por hacerme ver la vida desde otros puntos de vista, cuando todo era negro. Gracias por hacerme reír como nadie. En fin, gracias por dejarme participar en un trocito de tu vida. Siempre te llevare en mi corazón.
Gracias, querido Olegario, por haberme enseñado tanto, por mostrarme el lado más humano del mundo empresarial, por demostrarme que es posible transformar la adversidad en oportunidad y que la mejor medicina para eliminar la hostilidad es la amabilidad y el acercamiento, el yo gano si tú ganas y tú ganas si yo gano. Has conseguido que todos los que te recordamos, lo hagamos con una sonrisa, porque es lo que transmitías, alegría, entusiasmo, vitalidad, ilusión. Aunque tú eres de los que no se van nunca. Gracias por tanto, querido Ole.
Mi sentido pésame para María y sus hijos. Ya muy lejano, 1987 mi viaje a Madrid, mis reuniones en el INI para seleccionar un Asesor para reformular la formación del personal llamado artesanal de la extinta empresa petrolera Maraven en el edo Zulia, Venezuela. Tarde me entero de tu partida querido amigo; el tiempo y sus vueltas alejan el contacto pero no sus corazones. Gracias por tu gran gestión innovadora que algunos no supieron valorar y mas gracias por tu amistad y la de María. Recuerdo la última vez que los ví fue en 1995 en Las Cuevas de Luis Candela y otros sitios aledaños, celebrando nuestra amistad. Ahora a mis 74 años viviendo mi retiro en Miami con mis hijas, te busco por Geogle para tratar de reencontrarlos a ustedes y a Tomas Sierra, veo que ya estás descansando en el plano celestial. Un abrazo María si llegas a ver estas líneas. Ya no me salen mas palabras, sino el agradecimiento por conocer personas tan extraordinarias.