Sostenibilidad. Quizás sea la palabra más repetida (y muchas veces indebidamente utilizada) de los últimos tiempos. Cada vez son más los canales que utiliza la sociedad para poner el foco en los sectores económicos y exigirles que pongan en valor la importante contribución de nuestras organizaciones en materia de ESG (del inglés Environmental, Social and Governance). Un hecho que ha venido para quedarse.
¿En qué consisten los criterios ESG?
Son aquellos factores ambientales, sociales y de gobernanza que aportan información clave, para evaluar el efecto que tiene la actividad de las empresas en el medio ambiente y en la sociedad en su conjunto.
Esta información resulta de gran utilidad para los inversores porque, gracias a ella, podrán saber si la inversión que van a realizar en una empresa (o su propia actividad) genera o no un impacto positivo en el medio ambiente y en el conjunto de la sociedad.
¿Por qué son importantes?
Los inversores son muy conscientes de la importancia de tener en cuenta la sostenibilidad para realizar sus operaciones porque contribuye a reducir riesgos. Ya no solo buscan el beneficio económico, sino que pretenden, también, generar un impacto positivo con él.
Por ello, analizan, entre otras cuestiones, la transparencia de las empresas, la configuración de sus Consejos, la existencia de planes de descarbonización (o mecanismos de participación de las partes interesadas), la rentabilidad, el ritmo de expansión o los niveles de endeudamiento.
Es lícito que los inversores quieran conocer cómo se va a gestionar su capital en las compañías para cumplir con los objetivos establecidos internamente, así como la diligencia de las entidades para salvar los obstáculos o afrontar los retos a los que deberán hacer frente en un futuro próximo.
Por tanto, aquellas empresas que no sepan explicar que su gestión de la sostenibilidad está repercutiendo favorablemente en el conjunto de la sociedad, dejarán de ser atractivas para inversores y para poder obtener financiación pública y/o privada.
¿Por qué el sector siderúrgico es una buena opción para invertir de forma sostenible?
La producción de acero consume mucha energía y recursos. Su impacto medioambiental es ampliamente conocido y, desde hace décadas, se está trabajando para gestionarlo y controlarlo.
Precisamente por esto, nuestra actividad se ha convertido en la más avanzada en lo referente a prevención, mitigación y control de impactos ambientales y sociales, lo que la confiere, a día de hoy, una ventaja significativa frente a otros sectores y/o actividades.
Todo ello, unido al papel fundamental que nuestros productos tienen en la economía aguas abajo de nuestras actividades, y el convencimiento del impacto positivo que causamos en nuestro entorno han hecho que el sector siderúrgico avance en ESG.
El esfuerzo realizado hasta ahora es la base fundamental sobre la que se está construyendo una gestión de la sostenibilidad más eficaz y diligente. Somos conscientes de que el camino que estamos recorriendo no tiene fin y, también, de la responsabilidad que tenemos las empresas a la hora de afrontar los retos ambientales y sociales como una parte que somos de la sociedad.