Siento tener que escribir estas palabras de despedida para Juanjo Iribecampos que falleció inesperadamente el pasado sábado. Quiero enviar desde aquí mi pesar a su familia de mi parte y de todos los que aquí le conocimos.
Con nosotros compartió muchos años, siendo Consejero de UNESID desde 1994 hasta 2011. Fueron años muy intensos para la industria de los tubos de acero. Comenzaron con la salida de una crisis, vinieron después tiempos de crecimiento para el sector y de éxitos para la empresa que fundó su padre, y terminaron con una nueva crisis, intensísima, cuyos resultados aún vivimos. En este tiempo luchó por su empresa y por el sector, con una personalidad muy próxima y asequible, empujando cuanto hacía falta y siempre trabajando como lo ha hecho hasta el final.
Su progresión empresarial fue impresionante, desde su origen en Mondragón hasta desarrollar el grupo Condesa, extendido por media Europa. En estos momentos, a pesar de las dificultades, conservaba la ilusión por los proyectos que tenía en marcha y los que estaba a punto de comenzar. Esta ilusión dice mucho de él y de su carácter que le hizo ser muy querido y con multitud de amigos. Así se ha demostrado con el número de personas que este fin de semana ha manifestado a la familia su amistad y reconocimiento. Quiero, también en nombre del Consejo de UNESID, sumarme a ese homenaje.
Descanse en paz
