En lo que llevamos de 2021 y tras el bache de 2020, las importaciones de acero y primera transformación españolas siguen creciendo a un buen ritmo. Por áreas geográficas, sin embargo, se aprecia una evolución distinta a las exportaciones, por lo que hoy vamos a repasar algunas de las claves partiendo de cuatro gráficos.
Enero- julio 2021: radiografía de las importaciones de acero
1) En julio se modera el crecimiento (pero no demasiado)
En julio se importaron algo más de 847.00 toneladas, cifra ligeramente inferior a la de junio (3%) pero un 10% superior al de julio de 2020. En comparación con el mismo mes del año anterior la caída ha sido incluso mayor (-20%), si bien en ese mes se alcanzó el máximo de importación de los últimos diez años.
A grandes rasgos, el patrón de recuperación está siendo similar al de las exportaciones. Desde enero, las importaciones se han situado por encima, tanto del promedio mensual de los últimos tres años como de los históricos. El pico se produjo en abril, al superar por primera vez en casi 2 años el millón de toneladas (y el tercer volumen mensual más alto de la última década). En este mes se importaron casi 473.000 toneladas de países terceros (+ 55%), lo que coincide con la apertura del último trimestre de las medidas de salvaguardia[1].
De este modo en los siete primeros meses se han importado 6,1 millones de toneladas de acero y primera transformación en total, casi un 18% más que en 2020, aunque un 3,6% por debajo del nivel anterior a la COVID-19.
2) Los países terceros sacan tajada de la recuperación
Aunque en comparación con los siete primeros meses de 2020, la recuperación ha sido generalizada en las dos principales regiones, únicamente las adquisiciones procedentes de países terceros han superado el nivel prepandemia (+7% frente -9% de la Unión Europea). Para agosto, de hecho, se espera que casi se dupliquen frente el mismo mes de 2019.
Por países, en comparación con enero-julio anterior a la pandemia, destacan los ascensos de las procedentes de la India (81%) y Taiwán (16%). Las importaciones procedentes de Egipto han recuperado protagonismo y en 2021 suponen el 4% del total de importación, el máximo histórico. En el lado comunitario, solamente las originadas en Alemania, Portugal y Países Bajos consiguen superar el nivel de 2019.
3) Lo que ha permitido diversificar proveedores
Entre enero y julio se han importado en total algo más de 3,7 millones de toneladas de la Unión Europea y 2,4 millones de toneladas de países terceros. Como resultado, se ha reducido la brecha entre ambas regiones y el peso de los países extracomunitarios asciende al 39,5% del total de importación, similar al máximo de 2007 (40,1% del total).
El retroceso de los proveedores europeos y de ciertos países terceros ha causado por primera vez en tres años una mayor diversificación de las importaciones: la cuota de los principales 5 orígenes ha caído del 63% del total en 2020 al 59% en 2021.
4) Los dos productos más importados lideran la recuperación
Tradicionalmente, en las importaciones de acero destacan dos productos, las bobinas laminadas en caliente y las bobinas recubiertas. Precisamente estos dos productos son los que más han crecido en los primeros siete meses de 2021 (con 1,7 y 1,3 millones de toneladas) y ya están un 5 % por encima del nivel anterior a la COVID-19. Las importaciones del tercer producto más importado (semis largos) se han estabilizado, mientras que los descensos más intensos se han observado en el corrugado (17,2%) y las bobinas laminadas en frío (10,5%).
Reflexiones finales
Como conclusión, se puede observar que el impacto inicial de la COVID-19 ha recaído en los proveedores europeos. Por el contrario, las importaciones de acero procedentes de países terceros han recuperado la normalidad, lo que demuestra que, a pesar de las dificultades por las que está pasando el comercio mundial o las medidas de salvaguardia, el mercado europeo ha permanecido abierto.
[1] En julio de 2021 la Comisión amplió por otros tres años las medidas de salvaguardia.