La economía circular no es una nueva moda surgida en los círculos del marketing “verde”, se trata de una verdadera filosofía de organización de sistemas, inspirada en los seres vivos, que persigue el cambio de una economía lineal (producir, usar y tirar) hacia un modelo circular, tal y como ocurre en la naturaleza.
En la economía circular, al final de su vida útil, los productos se consideran un recurso y se devuelven al circuito productivo. Los productos de hoy en día se convierten en los recursos del mañana, se trata de cambiar el sistema operativo en sí, repensando y rediseñando nuestro futuro.
Este concepto plantea los cimientos de un nuevo paradigma de diseño inteligente basado en cerrar el ciclo de vida de los productos, tal y como ocurre en la naturaleza. No solo hablamos de reutilizar, sino de emplear la creatividad y la innovación para diseñar productos fabricados con materiales 100% reciclables que entren en ese ciclo sin fin sin perder sus propiedades ni su calidad.
Reducir la cantidad de residuos que van al vertedero, limitar el consumo de recursos naturales que se están agotando y minimizar el impacto sobre el medio ambiente son el verdadero objetivo. ¿Aceptamos el reto? El acero SÍ
